sábado, 11 de junio de 2011

Pequeños Flashes Back.

"Son cinco, y van en un coche, hablando animadamente, y levantando el Gps en el aire, para no perder el satélite. "como el agua" es lo que se escucha en el reproductor.
-Ay! que bonita es Murcia.
Las risas resuenan ante la ironía del tono, y el paisaje árido repleto de Limoneros, color rojo, color de la tierra.
-¡Es esa salida!
-No, es esa. El Gps dice que es esa.
-Pero yo estoy seguro de que es aquella.
-Que no, que aqui dice esa.
-Vale, bueno, si el gps lo dice.
Toman la salida indicada por el aparato, encontrando tan solo, más limoneros, pero lejana entrada a una especie de autopista.
-Me da que nos hemos equivocado.
-¿Lo ves? ¡Sabia que era la otra!
-¡Valeee! Tienes razón, solo quería admirar los limoneros por más tiempo, son tan bonitos.
-Que si, es esta, ¡ja! ¿lo ves?.
Una voz ahogada llega de la parte trasera del vehículo.
-¡Joder Qué calor!
-¡Si, cuanta razón, eso nos pasa por recoger a polizones indocumentados por el camino
Y todas las miradas se centraron en nosotras."

Ser llamado Polizón Indocumentado, mientras atraviesas Murcia, por un camino amarillo de limoneros y pueblos sin ultramarinos, a estómago, debatiendo acaloradamente sobre el presupuesto de cine y proyectos españoles, las 7D y las Red One es de los momentos llamativos. Eso, y la historia de los Donuts.

"Un dato que no puedo negar, es que yo fui a ese festival en gran parte por él. Cómo me molestó su arrogancia cuando nos habiamos visto en Madrid, pero ya tenía la entrada, así que había que armarse de coraje, y viajar a Murcia, las dos solas, sin saber que nos depararía exáctamente, jamás me imaginé que no lo echaría de menos, que no pensaría en él mientras bailaba "El Tiburón" en el espectáculo de los KTH, ni "shine on" de The kooks, ni cuando lo tuve delante. En el fondo, me habían molestado tanto sus ademanes, aquella no era la persona que quería.
Recuerdo el momento, al principio de la noche del primer día, cuando lo encontré por una casualidad que parecía premeditada, y lo miré en silencio, pero no sentí la necesidad de decir nada. Hasta ese momento, la tenía a ella y a mi misma, y ¿qué más quería? Nos estábamos divirtiendo demasiado, y en un rango de 10 horas habíamos conocido a muchísimas personas, habíamos bailado hasta que las piernas nos fallaban y habíamos reido tanto. Fue una gran revelación para él, entender "qué no me tenía"?. Solo una persona en este planeta puede decir eso, y no eres tú. Y aún siquiera sospechábamos que la verdadera magia llegaría más tarde, como siempre, son las personas más interesantes las que irrumpen a altas horas de la madrugada los corros privados de susurros. Y así fue. Y partir de ahi, todo se dio la vuelta."


Square one, here I come

1 comentario:

  1. Dudo mucho que pensases en él bailando el tiburón después de estar extasiada como consecuencia de encuentros pasionales con un doble de Andrew vanwyngarden

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